El Príncipe del Café: Análisis K-drama

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El drama es protagonizado por Go Eun Chan es una chica especial, como pronto descubrirá el protagonista y todos los personajes que se acercan a ella. Realmente parece un chico: se comporta como un chico, viste como un chico, come como un chico y es bastante normal que todos a su alrededor la vean como un chico. Por eso Han Kyul nunca se llega a imaginar que pueda ser una chica y ella se mantiene en silencio por miedo a perder su trabajo.

Hay un buen puñado de personajes secundarios, como las familias de ambos o los camareros del café, con más o menos peso en la trama, pero todos muy bien perfilados y con sus propios problemas que resolver. Sin embargo, hay una trama secundaria que sobresale por encima de las demás y es la de la chica del bolso, de la que el protagonista lleva nueve años enamorado en secreto, y el primo de este. Una historia realmente interesante sobre una de esas parejas que llevan años juntos, pero que en algún momento sus caminos se separan para volver a unirse tiempo después, con las dificultades que pueden aparecer entre un hombre y una mujer que lo saben todo el uno del otro.

Lo mejor de la serie es, sin duda, la pareja protagonista. Al principio sus personalidades chocan y él tiene que lidiar con su propia arrogancia, de la que se va deshaciendo conforme la amistad de ambos se va fortaleciendo. Vemos como él pasa de despreciarla a aceptarla y finalmente a quererla, como un amigo al principio y como algo más después. Pero hay dos razones de peso para que el sentimiento que está naciendo entre ellos se vea truncado: Han Kyul lleva nueve años enamorado de la novia de su primo y, además, no le gustan los hombres.

 


Sí, quizá se alarga un poco demasiado la mentira, pero creo que ha sido precisamente la mentira lo que más me ha gustado de la historia, el cambio que se produce en el protagonista como consecuencia de esto. En nada se parece el chico del principio al chico de los últimos capítulos. Y es ella, con sus maneras masculinas, quien le hace cambiar. Quizá por eso me haya conquistado más el personaje masculino que el femenino, porque le ves deshacerse de todas y cada una de sus capas hasta quedarse desnudo, expuesto a unos sentimientos que no sabe cómo afrontar. Lo ves tan atormentado que se te encoge el corazón con sus dilemas mentales sobre si es o no es gay y su bipolaridad para con ella, ese no te quiero cerca, pero ni se te ocurra alejarte. En cambio, a ella, aunque también evoluciona muchísimo, te cuesta un poco más entenderla en algunas situaciones, porque por más inocentona que sea está viendo lo que está sufriendo él con su mentira. Eso sí, la actriz lo hace de miedo, está muy muy bien caracterizada.

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