El drama comienza con el típico heredero rico y
soberbio, pero tan soberbio mientras trata de cubrir al mismo tiempo su
"debilidad", que te acaba intrigando y quieres saber más de él. Ella,
por su parte me desconcertó, ya que la vemos al principio como una chica muy
dura, doble de acción en escenas arriesgadas de cine, centrada en su trabajo y
muy segura de sí misma... Y de repente, se encuentra con su ídolo
"Oska", y se comporta como una adolescente tímida y encima parece
absolutamente incapaz de parar los pies a Joo Won.
Entiendo que esto último era necesario para que hubiera serie, pero provocó que durante muchos capítulos la protagonista femenina no acabara de convencerme, ya que no la comprendía, hasta que me dí cuenta que realmente a ella le gustaba y alagaba su interés, pero no soportaba que pretendiera asegurar el final antes de empezar, convirtiéndola en su "Sirenita" (la del cuento original, la que desapareció convertida en burbujas cuando el príncipe se casó con una princesa), ya que él la repite varias veces que nunca se casará con ella porque no cumple con sus estándares, por lo que no puede ni plantearse en tener hijos con ella (y se lo suelta así, sin emborracharla siquiera para ver si la engaña).
Esto, por sí solo, probablemente no hubiese mantenido mi interés durante 20 episodios, pero es que, además, se introduce un elemento mágico: una mañana, Joo Won despierta en el cuerpo de Ra In y Ra In en el cuerpo de Joo Won. Evidentemente, no pueden contárselo a nadie (¿quién les creería?) y no saben cómo regresar a sus cuerpos, así que trataran de disimular y hacer la vida del otro, pero, como no se llevan precisamente bien en ese momento, acabarán interfiriendo en sus vidas.
Así, los cambios de cuerpo se convierten en parte de la trama, poniéndoles en situaciones incómodas o de ventaja entre ellos y con los demás, que no entienden lo que sucede. Además, acabarán conociéndose mutuamente más que nadie, por lo que aprenderán a confiar el uno en el otro y a amarse sin reservas, enfrentándose a sus pasados y a lo que él siempre supo y quiso evitar: que los mayores de su familia nunca aceptarían a alguien como Ra In como su esposa.